Se revisan tanto los sonidos del vehículo en la carretera como los producidos frente al viento. El sonido del motor y resto de componentes son ajustado, reduciendo los que no nos gustan y amplificando los que sí nos gustan.
Roberto Fedeli, director técnico de Ferrari, cuenta que el estudio y modificación de los sonidos en los vehículos involucra sensaciones y emociones, dando una "identidad" al vehículo. Según Fedeli, instrumentos musicales, mezcladores y programas informáticos producen el sonido, que finalmente ha de ser aprobado por la marca. El ruido del motor de un Ferrari, por ejemplo, no debe superar los 85 decibelios.
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