El efecto del tiempo hace que el volumen cerebral disminuya un 1,9% cada 10 años, y que aumente el número de lesiones en la sustancia blanca encefálica.
Carol Ann Paul, junto a otros investigadores del programa de neurociencia del Wellesley College de Massachusetts (EE.UU.), ha publicado en Archives of Neurology los resultados de su investigación sobre la influencia del alcohol en la reducción natural del tamaño del encéfalo.
El estudio, que se llevó a cabo durante 3 décadas sobre 1.839 personas con edades comprendidas entre 33 y 38 años, muestra que:
El volumen del encéfalo es significativamente inferior en los consumidores moderados que en los ex-bebedores.
El volumen más pequeño se encontraba en las personas que bebían más de 14 bebidas a la semana.
En las mujeres se incrementaba la aceleración en la disminución encefálica.
En cuanto a éste último punto, explica la investigadora que podía deberse a la diferente metabolización y tolerancia al alcohol de las mujeres frente a los hombres.
Fuente: El Mundo. Imagen: Google. Fecha: 14-10-08.
La revista Science ha publicado el descubrimiento de la bacteriaDesulforudis audaxviator (del latín: Audaz viajera), realizado por Dylan Chivian, inves-tigador del Laboratorio de la División de Biociencias Físicas de la Universidad de Berkeley (EE.UU.).
La bacteria, que fue hallada en la mina de oro de Mponeng, cerca de Johanesburgo (Sudáfrica), supone la primera prueba de un ecosistema formado una única especie biológica. Ésta se encontraba aislada a más de 60º C de temperatura y en condiciones de total oscuridad.
Éste es un organismo con un comportamiento prácticamente increíble ya que:
es capaz de vivir de forma independiente,
no necesita la luz solar ni alimentarse de seres vivos,
extrae la energía del Hidrógeno y del Sulfato que se producen por la descomposición radiactiva del Uranio que se encuentra la mina,
obtiene sus moléculas orgánicas de la humedad presente en la tierra, del Carbono inorgánico de las rocas y del Nitrógeno que proviene del Amonio que rodea los minerales.
Chivian explicó: "Casi todos los organismos viven en comunidades con diferentes papeles dentro de cada ecosistema, pero "Desulforudis audaxviator" ha obtenido genes fundamentales para su vida de otros organismos, como arqueas, gracias a la capacidad de intercambiar material genético, un proceso conocido como Transferencia Horizontal que le permite obtener genes de organismos muy diferentes a él."
Las arqueas son microorganismos descubiertos en un principio en ambientes extremos, pero ahora se sabe que se encuentran en todo tipo de habitats, formando uno de los más abundantes grupos de organismos de la Tierra.
El nombre dado a la bacteria procede del libro "Viaje al centro de la Tierra" de Julio Verne. En él, el profesor Lidenbrock, consigue descifra un mensaje que dice en latín: "Desciende, 'Audax viator', y alcanza el centro de la Tierra".
Este importante descubrimiento afianza más que nunca la posibilidad de que existan otros organismos en otros planetas o satélites con concondiciones de vida muy diferentes a las conocidas hasta ahora en la Tierra.
Fuente: El Mundo. www.wikipedia.org. Imagen: Science. Fecha: 10-10-08.
Los científicos acaban de sacar a la luz 274 especies nuevas de las aguas australianas, a profundidades que alcanzan los 2.000 metros. Los animales recién descubiertos son en su mayoría invertebrados bentónicos, es decir, que caminan sobre el fondo marino.
La escasez de luz en estos hábitats profundos es responsable del color albino de algunos de los especímenes, como la nueva especie catalogada de cangrejo Tricholpeltarion.
Los hallazgos tuvieron lugar como consecuencia de varias inmersiones en la Reserva Marina de Huon, en Tasmania (Australia), en noviembre de 2006 y abril de 2007.
Científicos de todo el mundo han contribuido en la labor taxonómica (identificación y catalogación en el árbol genealógico de las especies), aunque ésto no ha impedidado el retraso en la clasificación.
La mayoría de los ejemplares extraídos viven en torno a montañas submarinas, equivalentes a las selvas tropicales terrestres debido a su enorme biodiversidad. Esto hizo que la zona se convirtiera en la Reserva de Montañas Marinas de Tasmania en 1999, tras conocerse el gran poder destructivo de la pesca de arraste, que consiste en "peinar" todo el lecho marino para recoger algunos animales comercialmente valiosos y llevarse por delante toda la flora y fauna del fondo.
Las expediciones, realizadas por la Organización de Investigación Industrial y Científica de la Commonwealth (CSIRO, por sus siglas en inglés), de Australia, culminaron con la obtención de 418 especies de invertebrados de estas montañas submarinas y de las aguas profundas adyacentes. Entre las especies destacan corales, esponjas, crustáceos, estrellas de mar y moluscos. Un 66% (274 especies) resultó ser una novedad para la ciencia.
Pero lo que más llamó la atención de los biólogos marinos fue la abundancia de moluscos algo totalmente "sorprendente" y que requerirá, según ellos, reescribir la historia de este tipo de fauna.
Otras 285 especies fueron extraídas de aguas someras (de poca profundidad).
Las expediciones sirvieron para desvelar también la existencia de nuevas montañas submarinas. Estos relieves son remanentes de extintos que se levantan hasta unos 200 a 500 metros de altitud desde el lecho marino.
El mapeo identificó un total de 123 montañas submarinas a una profundidad de entre 1.000 y 2.000 metros, de las cuales 80 eran desconocidas hasta ahora.
Las montañas submarinas suelen ser el hábitat preferido de corales y esponjas al quedar protegidos de las corrientes oceánicas.
Fuente: El Mundo. Imagen: APF/CSIRO. Fecha: 10-10-08.