La nuez es el fruto seco o semilla que procede del Nogal (Juglans regia), árbol de probable origen persa, y cuyo cultivo se extiende por el suroeste de Europa, el centro de Asia hasta el Himalaya y por el sudoeste de China.
En Botánica, se la considera incluída, como fruto, en el grupo de las drupas por estar formada por una envoltura carnosa y una capa interior dura que sería la cáscara rodeándola). Ejemplos de drupas serían el albaricoque, el melocotón, la cereza, el mango, la almendra o la aceituna.
Tiene adjudicadas una gran cantidad de propiedades, véase:
Prevención de enfermedades cardiovasculares y degenerativas (Esclerosis Múltiple o Alzheimer).
Reducción del colesterol (bueno y malo)
Prevención o mejora de la arterioesclerosis, eczemas, hipertensión arterial, síndrome premenstrual, síntomas de la menopausia, insomnio, pieles deshidratadas
Está considerada como un adecuado anticancerígeno, antitrombótico y antirrítmico (previene alteraciones del ritmo cardíaco)
Mejora el funcionamiento del cerebro, reforzando la atención y la memoria, e influye positivamente en los estados depresivos.
La nuez contiene:
Ácido oleico (ácido graso monoinsaturado) que es uno de los tipos de Omega-9
Ácido linoleico (ácido graso polinsaturado) que es uno de los tipos de Omega-6
Ácido alfalinoleico o ALA (ácido graso polinsaturado) que es uno de los tipos de Omega-3
Serotonina: Neurotransmisor que actúa como saciante ante el apetito e influye en puntos tan variados como la agresividad, enfado, temperatura corporal, sexualidad, sueño, vómito, etc.
Vitamina B3 ó PP o Niacina: Participa en la síntesis de algunas hormonas y favorece el crecimiento corporal.
Vitamina B6: Favorece la absorción del hierro, magnesio y vitamina B12, interviene en la formación de mielina, incrementa el rendimiento muscular y la producción energética corporal.
Vitamina B9 ó M o Ácido Fólico: Favorece el crecimiento fetal impidiendo malformaciones, aumenta la leche materna, previene úlceras bucales, mejora el estado de la piel, retrasa la aparición de canas, protege contra parásitos intestinales y contra la intoxicación por comidas en mal estado. (Su carencia puede ser debida al consumo excesivo de Vitamina C o alcohol).
Vitamina C (se encuentra en baja cantidad)
Vitamina E: Actúa como antioxidante y previene la enfermedad de Parkinson.
Calcio: Mineral que previene la osteoporosis.
Lecitina: Nutriente que protege órganos y arterias de la acumulación de grasas, facilita la absorción de la vitamina A y de algunas vitaminas del complejo B y promueve la reducción de colesterol y triglicéridos en la sangre.
Metionina: Aminoácido esencial que no sintetiza el organismo y procede de alimentos.
Taninos (se encuentran en la piel o cáscara de la nuea) .
Arginina: Aminoácido esencial que previene enfermedades cardiovasculares.
Fibra: Favorece el tránsito intestinal, que a su vez previene el cáncer de cólon.
Cinc: Mineral que actúa en el Timo, reforzando el sistema inmunológico.
Cobre: Mineral que contribuye a la formación de glóbulos rojos y a la protección del sistema nervioso, huesos, sistema inmunológico y vasos sanguíneos (por lo que previene la aparición de varices).
Diferentes estudios hablan de sus bondades:
Hospital Clínico Provincial de Barcelona (España), Universidad de Loma Linda de California (EE.UU.) y Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona (España): Reducción de riesgo de enfermedad coronaria hasta en un 11%, tomando de 8 a 10 nueces diarias, pero sustituyendo a otros alimentos grasos.
Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS) de Cataluña (España): Importantes beneficios respecto a problemas coronarios y vasculares, especialmente en la mujer.
Universidad de Harvard (EE.UU.): Reducción en un 27% de diabetes tipo 2, con un consumo de una pequeña cantidad durante cinco días a la semana.
Unas recomendaciones:
Para favorecer el proceso de absorción, es recomendable tomar vitamina C.
Pueden favorecer la obesidad por la elevada cantidad de calorías que poseen, por lo que hay que controlar los alimentos grasos que tomamos diariamente.
No es recomendable comerlas verdes (porque contienen cianuro), ni cocinadas (las grasas se transforman en elementos tóxicos), ni pasadas (a su descomposción desarrollan aflatoxinas que son cancerosas).
