Chester Carlson (1906-1968) fue un físico estadounidense que inventó la electrofotografía, o como se acuñó posteriormente: xerografía. Palabra que procede del griego xerox (seco) y graphein (escritura).
La xerografía es una técnica reprográfica basada en la capacidad que poseen los materiales de convertirse en conductores tras ser expuestos a la luz.
Tras 15 años de investigación, el 22 de octubre de 1938, consiguió la primera copia en una habitación de Astoria(Nueva York - EE.UU.). Para ello, realizó, junto a su ayudante de laboratorio Otto Kornei, el siguiente proceso:
Colocaron sulfuro y cinc en un plato,
oscurecieron la habitación,
frotaron la superficie del plato con un pañuelo para cargarlo con electricidad estática,
colocaron encima del plato una plancha de vidrio de microscopio en la que Kornei previamente había escrito con tinta, y usando el dedo, lo que aparece en la imagen superior de la izquierda (la fecha y localización),
expusieron el vidrio a una lámpara incandescente,
retiraron el vidrio y espolvorearon polvo de licopodio en el lado de sulfuro,
soplaron el exceso de la polvo de licopodio, y
transfirieron la imagen a varios papeles encerados.
El vidrio del experimento se encuentra ahora en el Museo Smithsonian de Washington DC (EE.UU.).
Tardó en aparecer el éxito, porque ni empresas (General Electric, IBM, RCA, etc.), ni el Consejo Nacional de Inventores de EE.UU. apoyaron su invento. Una pequeña empresa, Haloid, compró los derechos de su patente y fabricó la primera copiadora xerográfica: Haloid Xerox Model A (1949).
Esta compañía, en 1959, puso en el mercado el modelo Xerox 914 (que realizaba las copias en papel 9x14 pulgadas) y consiguió unos ingresos de 2 millones de dólares. A los 4 años había vendido casi 10.000 copiadoras y facturado 22,6 millones de dólares.
En 1961, la empresa cambió su nombre por el de Xerox.