Tras un estudio realizado por científicos de la Universidad de Pavía y del Instituto de la Universidad de Milán - Bicocca (UNIMIB), con ayuda de un reactor nuclear, se ha descubierto que Napoleón Bonaparte no falleció por envenenamiento, sino por un cáncer de estómago.
Esto desmonta la teoría conspiradora que rodeaba su fallecimiento, el 5 de mayo de 1821, en la isla de Sta. Elena. Dicha teoría surge tras detectarse en los análisis realizados en sus cabellos, elevadas concentraciones de arsénico.
Se analizaron cabellos de Napoleón y de su hijo, correspondientes a varias etapas de sus vidas, de su esposa Josefina, tras su muerte, y de otras 10 personas vivas no emparentadas con ellos.
Los cabellos de Napoleón contenían trazas de arsénico hasta 100 veces superiores a las que se pueden encontrar hoy en día. Pero la diferencia es ínfima con sus contemporáneos. Lo que es indicativo de una alta exposición en dicha época a ese veneno.
Fuente: El Mundo.
Imagen: Google.
Fecha: 12-2-08.
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Fecha: 12-2-08.
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